Baja lentamente un fusilámine manto de aves,
van tapando del cielo las claridades.
Dejan una estela fúnebre de amor corrompido,
cuando su llanto es color carmesí con sabor a vino.
Ojos que todo lo ven,
corazón que todo lo siente,
caparazón que te protege,
pero los sentimientos dañan tu mente.
Y en un arrebato,
causado por la sangre más cercana,
sale el demonio del ojo blanco,
alimentado por ríos de chakra.
Ahora, perdida fue la batalla,
pero aún queda guerra y no está ganada,
Ahora,todos sabrán quien eres,
son ellos los que no sienten.
by: TohRu-xan.
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