Como no podía ser de otro modo, el trágico desastre de Fukushima ha reactivado todo el movimiento antinuclear. Un frente de resistencia que advierte del peligro de este tipo de energía y que ha encontrado en un cortometraje un interesante medio de expresión y difusión.
La pieza audiovisual, dirigida por Yukihiro Shoda, muestra la vida en un Tokyo post-apocalíptico (¿alguien ha dicho Akira?) y ha sido financiada a través de Kickstarter. Blind, que es como se llama el corto, no sólo nos pone en la hipotética piel de los habitantes de la capital nipona sino que además también advierte que a día de hoy aún quedan 54 centrales nucleares a lo largo del Japón.
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