Subeteanime:

 

Nuevamente debo hablar sobre esta polémica que eventualmente podría afectar el manga y anime como conocemos. En la última nota comentaba sobre la posición de los mangakas de no apoyar de manera total la propuesta de ley que quiere impulsar el gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara.


Ahora bien, lo que ha pasado en estos últimos 10 días, han pasado cosas muy sorprendentes y resumiendo en una sola palabra podría decir que el asunto se ha radicalizado. Vamos a explorar cada uno de los detalles más importantes de esta crisis.

La propuesta 156 que establece enmiendas a la Ordenanza de Desarrollo Mental sobre los Jóvenes (nombre formal de la propuesta de ley), pretende buscar de manera enérgica la autorregulación de la venta y alquiler de "imágenes de manga, anime y otros (excepto imágenes reales)" que "injustificadamente glorifican o exageran" ciertos actos sexuales o seudosexuales. Según la propuesta se refiere a actos que sean ilegales en la vida real o actos entre parientes cercanos cuya relación sea ilegal en la vida real (por ejemplo, incesto) y que "causen un detrimento a la salud mental de los jóvenes". También la propuesta indica que el gobierno metropolitano de Tokio puede intervenir de manera directa, restringiendo la venta y alquiler de dichas imágenes si dichos actos son considerados "exgaredamente desestabilizadores hacia la orden social".

Mas despues del salto...

Inicialmente los mangakas se opusieron a esta nueva propuesta porque obviamente la propuesta no deja de ser vago y el término "exageración" puede ser malinterpretado y usado por el gobierno como mejor le convenga. La propuesta de hace meses (y que cayó en junio pasado) originalmente tenía como fin prohibir imágenes sexuales de menores en el manga y anime, y también tenía una vaga definición sobre qué límites debían establecerse en los tipos de dibujo y actos sexuales, sin embargo esta nueva propuesta ahora engloba actos sexuales realizados indistintamente de la edad, es decir, abarcando todo el género hentai y sus derivados.


El 6 de diciembre se anunciaron las primeras voces en contra de la nueva propuesta dentro del parlamento tokiota. El Partido Comunista (con ocho diputados), el Tokyo Seikatsusha Network (con tres diputados) y un diputado independiente, se posicionaron en contra de la nueva propuesta, no obstante, estas bancadas son pequeñas comparadas con las que apoyan la propuesta. El Partido Liberal Democrático (con 38 diputados) y su aliado el Nuevo Komeito (con 23 diputados) son los que impulsan y apoyan la propuesta 156. Sin embargo, la bancada más grande, la del Partido Democrático (con 52 diputados) se ha mantenido neutral y no ha tomado posición aún; pero hay que recordar que la propuesta anterior de hace meses fracasó luego que este partido político anunciara su oposición, cortando las aspiraciones del PLD y Komeito.


Sin embargo, la posición del gobernador de Tokio se ha radicalizado y ha proferido comentarios incendiariossobre quienes están involucrados de algún modo con el manga y anime, ridiculizando a quienes se oponen a la propuesta como "idiotas" e inclusive se ensañó contra la homosexualidad en los medios de comunicación y que por ello Japón se ha vuelto muy "indomable" en términos sociales. Para quienes no conocen a Shintaro Ishihara, se le ha criticado por tener una ideología de extrema derecha y abiertamente se le ha considerado como xenófobo y homofóbico.


Pero eso no es todo, ya que el vicegobernador de Tokio, Naoki Inose, a través del Twitter tildó a los fans del manganime como si fuesen una partida de perdedores e instó a que "busquen mujeres reales" para tener relaciones amorosas, dando a entender que el perfil demográfico de los fans son varones solteros y con problemas sociales.


Obviamente el insulto y la difamación que han expresado los más altos representantes del gobierno tokiota no ha tenido buenos resultados, y por el contrario la industria del anime lo ha tomado de manera muy reactiva y directa.


Kadokawa Shoten, una de las compañías de manga y anime más importantes de Japón, a través de su presidente, Shinichiro Inoue, ha anunciado ayer el boicot a la Feria Internacional de Anime de Tokio del próximo año. El motivo es porque el presidente del comité organizador de la feria es justamente el gobernador Ishihara, y consideran que lo que ha hecho el gobernador es un acto de persecución. La medida afectará bastante porque se cancelaría la presentación de varios títulos en el evento como Haruhi Suzumiya, Oreimo, Gundam, Index, entre otros. Se desconoce si otras compañías secundarán el boicot, pero la reacción de Inoue ha tenido buena acogida.


Mientras que del parte del gremio de mangakas, han estado anunciando mesas redondas y charlas informativas junto con sociólogos, abogados, escritores y profesores para intercambiar puntos de vista sobre la propuesta 156.


Personalmente, creo que este tema se salió de la tangente y las posturas radicales se han hecho sentir, lo peor es que siento que haber propuesto esta ley tan rápido y a la brava, a pocos meses de haber archivado el otro, indica un grado de desesperación de parte de quienes lo proponen. Ahora bien, en el concepto de regular imágenes, hay que marcar un límite, obviamente partiendo desde el punto de que las fotografías e imágenes pornográficas reales han sido excluidas, indica que hay una mala intención en perjudicar la industria del manganime. También cabe anotar que la industria es apenas un eslabón de la cadena, ya que al final la pornografía ha existido desde tiempos inmemoriales y no es cosa reciente como se quiere intuir, pero ocurre que el punto clave es la regulación de parte la sociedad misma y que ésta sea de manera propia y no a través de medidas coercitivas en las que tenga que intervenir el gobierno; pienso que si el objetivo es cuidar la salud mental de los jóvenes, obviamente que la primera responsabilidad es hacia los padres de dichos jóvenes.


Censurar la industria del hentai es un doble estándar, ya que idealmente el hentai debe ser consumido por los mayores de edad, y es ilógico que a través de una ley que proteja a menores, tenga que implicar la censura de productos destinados a adultos. Ahora, marcar una línea sobre qué debe ser publicado y qué no, eso hay que discutirlo a profundidad y con los especialistas, y no guiarse de un mero capricho de un ultraderechista que podría insultarnos fácilmente por el hecho simple de gustarnos el manganime.

 

Tomado de: Grupogao