domingo, noviembre 06, 2011
Goku, el Capitán Harlock, Spike, Seiya, Astroboy, algunos de los héroes de historias que ya tienen mas de 20 años. Parece mentira, pero los protagonistas de “antaño” eran personajes con características admirables; positivos, valientes, confiados, fuertes, siempre esforzándose al máximo, atravesando cielo, mar y tierra para lograr sus objetivos, etc. Antes los temas mas recurrentes en el anime eran las peleas, la valentía en combate, pilotear robots, luego la industria creció y empezó a tratar temas mas serios.
Ademas de los jóvenes optimistas, inocentes y bondadosos que pelean por proteger a sus amigos/el mundo empezaron a aparecer personajes mas maduros; detectives, mercenarios, semi-demonios, etc. Pero aun así, bajo su ruda apariencia y de manera menos obvia, seguían teniendo las características originales de sus antecesores.
Cuando se popularizo el genero Harem con Love Hina a fines de los 90, también se popularizo lo que hoy considero el anti-heroe. El joven asustadizo, cobarde, tímido, holgazán, libidinoso y con miedo de las mujeres (lo se, una desesperante contradicción las ultimas dos). A este protagonista genérico de anime, lo podrán encontrar en el 90% de las historias que transcurren en una escuela secundaria, y no digo 100% porque algunos están exentos de una o dos de las cualidades previamente mencionadas.
No me malinterpreten, al igual que todos puedo disfrutar de una comedia bien hecha, con personajes unidimensionales y las 1001 situaciones que ya sabemos que ocurrirán (entrar mientras se cambian, confesiones, baños de aguas termales, trajes de baño, etc). El problema es que las opciones se reducen solo a eso, si uno quiere escapar de esto debe caer en los shonens infinitos. Me parece perfecto la gente que disfruta de Naruto, One Piece y Bleach, pero personalmente prefiero que el anime tenga un principio y un final, así surgen nuevas historias, nuevos personajes y la rueda de la creatividad sigue girando.
La causa de esta superpoblación de pusilánimes no es mas que la evolución natural de la industria. Al igual que uno escucha música con la cual se siente identificado, que habla sobre temas que a uno le son afines y desde una perspectiva coincidente. Los estudios de animación, se dieron cuenta que podrían llegar a mas personas si cambiaban el paradigma, en vez de representar a alguien a quien el espectador podría admirar o aspirar a convertirse, representaron a un avergonzado adolescente promedio con el cual cualquier joven podría medianamente identificarse, viviendo una vida increíblemente divertida, rodeado de hermosas chicas milagrosamente interesadas en el. Dándole al espectador la sensación de estar viviendo su vida a través del protagonista o mas bien de “ese podría ser yo, eso podría pasarme a mi”.
Es mas, la presencia de una figura masculina en las historias es tan poco importante, que comenzaron a aparecer animes dirigidos a hombres, protagonizados exclusivamente por mujeres, una cosa impensada en la época de Sailor Moon por ejemplo. Supongo que en algún momento algun pez gordo de la industria dijo “Un momento, si los hombres quieren ver mujeres entonces hagamos un show con solo mujeres. Pero que sean estereotipos apetecibles para los hombres, y que estén bien buenas. Si pueden pongan algunas escenas cachondas y muestren sus bragas, a trabajar señores” o algo asi.
Este estilo que comenzó como un grupo de guerreras que combaten el crimen (ejemplos: “Estás Arrestado”, “Girls Bravo” y “Burn-Up Excess”), luego se transformo en un slice of life de 4 lolis haciendo cosas cotidianas con una ligera vibra yuri. Un tipo de anime que genera muchas ganancias en merchandicing, probablemente el mas remunerado.
Curiosamente, el Shoujo tampoco esta exento de las anti-heroínas. Sobran historias de la chica simple, súper normal, súper común, con estatura promedio, notas promedio y que tampoco es la mas hermosa de la clase. Que se enamora del chico alto, bello, de espalda amplia, excelente deportista y con las mejores notas de la clase. Y por alguna razón ultra romántica, pudiendo conseguir a cualquier chica de Japón, se enamora de la simplona protagonista. Es mas, esta diferencia de “popularidad” es el principal conflicto, que comienza con rumores de “como puede ser que salga con ella” lo cual causa inseguridades en la protagonista, solo para luego ser asegurada por el súper hombre, cual caballero de brillante armadura.
En fin, lo entendemos anime, lo entendemos bien. Yo se que quieren llegar a nuestros corazones (lease BOLSILLOS) mostrándonos situaciones utópicas, pero un poco de realidad viene bien de vez en cuando. Los dulces son buenos en cantidades moderadas, pero en exceso causan caries y dolor de estomago. Son solo las opiniones de un loco, pero piénsenlo. Lo único malo de todo esto, es que ya se ha vuelto irreversible. Habrá que conformarse con encontrar una joya cada 30 estrenos cuando antes era al revés.
